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¡ALERTA ROJA! Monsanto experimenta en nuestro suelo puertorriqueño

                                

         ¡OH,NO! Monsanto esta aquí!

 

    

PUERTO RICO: EL EXPERIMENTO CARIBENO DE MONSANTO

 

     ¿Qué hacía la científica en un pueblito donde los habitantes se alejan de la tecnología y practican agricultura ecológica con los métodos más simples?

Un amish vestido a la usanza, con sombrero de ala ancha, camisa blanca, pantalones y chaqueta negra, señaló a un extenso maizal que crecía en una finca aledaña. “La científica nos ayuda a estudiar el agua de escorrentía que llega desde allí, donde Pioneer Hi-Breed siembra maíz modificado genéticamente, y usa muchos químicos”.

 

     “¿Cómo ustedes permitieron que ellos sembraran eso ahí?”, preguntó Rosario.

El amish replicó: “Es el mismo maíz que la compañía desarrolla en Salinas. ¿Cómo ustedes permiten eso?”. Puerto Rico, laboratorio del maíz, sorgo, algodón y soya transgénica?

 

     Acá se cocina una realidad que el Gobierno oculta y auspicia: la Isla es un importante centro para ocho empresas, siete de ellas multinacionales, que desarrollan las primeras generaciones de semillas modificadas genéticamente para distribuirlas a Estados Unidos y alrededor del mundo. Los dominios de estas corporaciones se expanden en fincas públicas y privadas, sobre todo en las mejores tierras cultivables del sur de la Isla, donde en el siglo pasado mandaba el imperio de su majestad la caña, aupada por grandes terratenientes que buscaban acaparar la tierra.

 

     La mayoría de estas semilleras ocupa más del límite de 500 acres que permite la Constitución de Puerto Rico, mientras reciben jugosos beneficios del Gobierno y gozan de la Ley de Promoción y Desarrollo de Empresas de Biotecnología Agrícola de 2009, hecha a la medida para favorecerlas.

Entre estas se encuentra la principal semillera de transgénicos del planeta, Monsanto, que arrienda unos 1,500 acres de tierra entre Juana Díaz, Santa Isabel, Isabela y Aguadilla. De estos acres, 500 pertenecen a patrimonio público administrado por la Autoridad de Tierras, y el resto pertenece mayormente a la Sucesión Serrallés en varios pueblos del sur, confirmó Juan Santiago, jefe de operaciones de la multinacional en Puerto Rico.

 

     Pero contar con más de 500 acres representa una violación aparente a lo que dispone la Constitución de Puerto Rico, que impide a una corporación agrícola poseer más de 500 acres. El objetivo de la sección 14 del artículo VI era evitar que terratenientes estadounidenses vinieran a implantar el monopolio y desplazar al pequeño agricultor local.

 

Nuevos colonos

 

     ¿Estamos ante una nueva colonización de la agricultura? ¿Es el principio de un nuevo monopolio?

 

     “Aunque Monsanto esté alquilando esas tierras, y aunque muchas de estas tierras sean privadas, yo interpreto que puede estar violando la Constitución porque su intención era que una misma corporación no tenga el control de los más de 500 acres para dominar la agricultura”, sostiene el catedrático Carlos Ramos, especialista en el tema y profesor en la Facultad de Derecho en la Universidad Interamericana.

“Si esta ley ya no tiene sentido, vamos a abrir el debate. La intención de la ley es tan vigente hoy como en los años de 1900. El Secretario de Justicia está obligado a hacer cumplir la Constitución y tiene que pronunciarse”.

 

     Los sucesos de la historia agrícola vuelven a repetirse. Al igual que ocurría con algunas corporaciones azucareras durante el siglo pasado, una de estas compañías, Monsanto, cambia de nombre para acceder a más tierras de lo que permite la ley, sostuvo una fuente al Centro de Periodismo Investigativo. Así que este medio fue al registro de corporaciones en el Departamento de Estado a corroborarlo. Monsanto Caribe LLC había sido incorporada en 2004 por Carlos Morales Figueroa, quien era el vicepresidente de la empresa en ese momento. Dos años después, él mismo incorporó a Monsanto AG Products LLC.

 

¿A qué se debe este esquema?

 

     “Se hizo para tener la posibilidad de rentar más tierra… Las dos son Monsanto. Las dos entidades pertenecen a la compañía matriz”, aceptó el propio sucesor de Carlos Morales, Juan Santiago. “Tendría que verificar el dato, pero Monsanto AG no tiene adjudicado todavía ningún contrato de arrendamiento”.

 

     Sin embargo, una fuente de este medio sostuvo que esta otra corporación también alquila terrenos en Juana Díaz. La Constitución de Puerto Rico prohíbe además que cualquier miembro de una corporación agrícola tenga interés en una corporación de igual índole. “Ese esquema, de crear otra empresa con otro nombre hace más dramática la situación. Ahora hay que ver si el gobierno se hace de la vista larga porque entiende que esta gente está creando empleos”, advirtió Carlos Ramos.

El mismo gobierno está poniendo las mejores tierras en bandeja de plata a las semilleras.

 

     Una fuente del Centro de Periodismo Investigativo sostuvo que la Autoridad de Tierras les ofrece unas 2,518 cuerdas (2,445 acres), alrededor de un 8% de todas las tierras de patrimonio público en el sur de la Isla. Entre todas ocupan unos 6,000 acres públicos y privados alrededor de toda la Isla, según Juan Carlos Justiniano, quien representa a las semilleras al presidir la Asociación de la Industria de Biotecnología Agrícola de Puerto Rico.

 

Experimento “a la carta”

 

     Una paradoja es que, mientras gran parte del resto de la agricultura agoniza, el año pasado Puerto Rico fue el quinto centro de investigación de transgénicos más importante de todo Estados Unidos, después de Iowa, Illinois, Hawai y Nebraska, según informó el Departamento de Agricultura federal al Centro de Periodismo Investigativo.

 

     El negocio radica en desarrollar las semillas que piden por encargo agricultores de Estados Unidos mayormente. Las semilleras manipulan genéticamente el maíz, sorgo, algodón y soya, y agregan genes de otros organismos, para hacerlas resistentes a plagas, cambios climatológicos extremos o para tener más valor nutricional y resistir a herbicidas.

Entre estas corporaciones se encuentra la estadounidense AgReliant Genetics LLC (con sede en Santa Isabel), la alemana Bayer CropScience LP (en Sabana Grande ), la estadounidense Dow Agrosciences LLC (en Santa Isabel), la estadounidense Illinois Crop Improvement Association Inc. (Juana Díaz), la estadounidense y segunda semillera de transgénicos más grande del mundo Pioneer Hi-Breed (en Salinas, Santa Isabel, Guayama y Juana Díaz), la suiza Syngenta AG (en Juana Díaz y Salinas) y la estadounidense Rice Tec Inc (en Lajas). Al grupo se une la boricua 3rd Millennium Genetics Inc. (en Santa Isabel).

Entre todas produjeron unos $70 millones el año pasado, según Juan Carlos Justiniano, también dueño de 3rd Millennium Genetics Inc.

 

     A pesar de las ganancias que éstas obtienen en la Isla, y de los negocios multimillonarios que mantienen alrededor del mundo, el gobierno de Puerto Rico les da las mismas exenciones contributivas que a un agricultor local bonafide. Además, les reembolsa el $2.72 por cada hora de trabajo que pagan en salario a los obreros de campo. Así, el Gobierno de Puerto Rico pagó a Monsanto, tan solo el cuatrimestre de abril, mayo y junio pasado, un total de $121,040, según una fuente cercana al Departamento de Agricultura. El subsidio con fondos públicos a esa empresa durante este año pudo ascender a casi medio millón de dólares.

 

     “Yo no me opongo en principios a que se haga algún experimento con transgénicos”, sostuvo un agrónomo cercano al negocio de las semilleras. “Lo que me molesta es que se les subsidie por producir un producto que no es para aquí, que no aporta a la economía de la agricultura local y que no se auspicie mejor a los salarios de agricultores que están pasando una situación difícil, como los del café”. Así están las cosas mientras Monsanto refuerza su presencia en Puerto Rico. La noticia la anunció el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, José Pérez Riera, durante la convención de desarrollo de biotecnología más importante del mundo, Bio 2011, en junio pasado en Washington DC.

Allí sostuvo que Monsanto está invirtiendo $4.3 millones para establecer un laboratorio de 20,000 pies cuadrados en Juana Díaz, con el fin de desarrollar más semillas modificadas genéticamente de maíz y algodón, lo que creará 45 nuevos empleos.

 

  “El proyecto de Monsanto es precisamente el tipo de inversión que el Gobierno de Puerto Rico ha fomentado. Esta inversión de Monsanto sirve para consolidar nuestra posición como un destino óptimo para la industria de las biociencias, a la vez que adelanta nuestra misión de promover una economía de innovación”, dijo Pérez-Riera, en un comunicado de prensa.

 

     Este anuncio se suma al de una inversión de $6 millones de Pioneer Hi-Bred, para establecer un laboratorio de investigación en biotecnología agrícola en Salinas. Y en mayo pasado, AgReliant Genetics LLC inauguró en Santa Isabel un centro de desarrollo de maíz híbrido a un costo de $800,000. ¿Cuáles son los incentivos noveles que les da el Gobierno? ¿Fue éste el que invirtió los $4.3 millones para el laboratorio de Monsanto? ¿Por qué subvencionan los sueldos de los empleados de estas empresas multimillonarias? ¿Qué les parece los esquemas supuestamente ilegales de Monsanto para acceder a más tierras?

 

     El Centro de Periodismo Investigativo ha estado intentando conseguir una entrevista con Pérez Riera desde el pasado 21 de octubre para tocar estos temas, sin recibir respuesta. El jueves 3 de noviembre, el CPI lo interceptó en la Comisión Estatal de Elecciones, y éste aseguró que iba a conceder la entrevista. La solicitud se le reenvió por correo electrónico a Susana González, relacionista pública del funcionario, quien estaba con él en el momento que el CPI lo abordó, pero ella tampoco ha respondido. El secretario de Agricultura, Javier Rivera Aquino, también se ha negado a conceder una entrevista.

 

¿Legislación a la medida?

 

     Las semilleras de transgénicos operan con total libertad y el gobierno las protege. Todo el andamiaje para seguir CONVERTIR A PUERTO RICO EN UN PARAISO TRANSGENICO se fundamenta en la Ley 62 de 2009, más conocida como la Ley de Promoción y Desarrollo de Empresas de Biotecnología Agrícola, impulsada por Luis Fortuño. Ésta establece una política pública “vanguardista” para que Puerto Rico se convierta en meca de estas empresas, otorgándoles permisos fast-track, facilitando la adquisición de edificios y dando incentivos económicos a través de la Compañía de Fomento Industrial y del Departamento de Agricultura.

 

     Durante las vistas públicas para crear la ley, sólo depusieron compañías y entidades gubernamentales con intereses en la industria, según la información del trámite legislativo en la Cámara de Representantes. La Ley ordena a la Compañía de Fomento Industrial y al Departamento de Agricultura a asesorar a estas corporaciones respecto a la obtención de permisos y a asistirlas en su establecimiento o expansión en un periodo máximo de un año.

 

     De lo contrario, deben indemnizarlas por los costos invertidos. El Secretario de Agricultura puede cambiar la ley “para atemperar los reglamentos y normas administrativas necesarias, para viabilizar la eficiente operación de estas empresas, salvaguardando los mejores intereses de la agricultura local y del Pueblo de Puerto Rico, en general”.

 

     Eso quiere decir que la ley está redactada a la medida de las semilleras que acceden ilegalmente a gran parte de las mejores tierras cultivables del país. “Si por un lado le permites la producción masiva y por otro lado le delegas que el ordenamiento jurídico sea enmendado para atender sus necesidades ―denuncia la catedrática de Derecho y Directora del Programa de Derecho Ambiental en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana Jessica Rodríguez Martin ― les estas poniendo en sus manos el poder de manipular a su gusto nuestro ordenamiento jurídico”.

 

Continuará...

 

Por Eliván Martínez
Centro de Periodismo Investigativo

http://www.miprv.com/puerto-rico-el-experimento-caribeno-de-monsanto/

 

 

MIENTRAS POR OTRO LADO...

 

Una madre contra Monsanto

 

 

     No era una prestigiosa abogada ni practicaba el activismo ambiental. Tampoco cuenta con una titulación secundaria superior ni alberga conocimientos sobre química o 

ciencias biológicas. Sofía Gatica es, sencillamente, una madre argentina que cuando perdió a su hija al poco de nacer por una repentina parada de riñón decidió averiguar por qué. Desde aquel momento, hace casi 13 años, emprendió una lucha por acabar con las fumigaciones sobre los campos de plantaciones de soja que rodean Ituzaingó, un barrio en la provincia de Córdoba (Argentina) con cientos de casos parecidos al suyo.

 

     Sus reivindicaciones le han hecho valedora del premio Goldman 2012, considerado como el Nobel de Medio Ambiente. Fundó, junto con otras vecinas afectadas, el grupo 'Madres de Ituzaingó' y recorrió el municipio puerta por puerta para documentar y demostrar los efectos nocivos para la salud del glifosato, el herbicida más vendido del mundo, comercializado por la multinacional Monsanto. Los resultados desprendieron datos alarmantes: niños con malformaciones, problemas respiratorios y de riñón, lupus, púrpura, leucemia y un altísimo porcentaje de afectados por cáncer (alrededor de 300 en una población de tan sólo 6.000 habitantes).

     "El problema es el enorme negocio que hay detrás", asegura a Público Gatica, de gira estos días por Europa para contar su experiencia y reunirse con otros colectivos ambientalistas en la Good Food March (marcha por los buenos alimentos) que culminó este miércoles en Bruselas en protesta por la repercusión de las políticas agrarias en la sociedad y la inminente reforma de la PAC.

     En efecto, el cultivo de esta leguminosa se mueve en un círculo cerrado. Cerca del 80% de los terrenos agrícolas en Argentina están dedicados al cultivo de soja transgénica, esto es, soja cuyas semillas han sido modificadas genéticamente para hacerlas resistentes al glifosato o Roundup, como se vende en el mercado. Tanto las semillas como el agroquímico que debe tratarlas son propiedad de la compañía norteamericana Monsanto. "A medida que crecieron las plantaciones de soja y por ende las fumigaciones, aumentan las malformaciones en los niños. Además, la cantidad de glifosato necesario para tratar los cultivos va aumentando por la resistencia que desarrollan las plantas", asegura María Godoy, otra de las ‘madres' que acompaña a Gatica en su movilización.

     Entre otras cosas, ambas han cruzado a este lado del charco para advertir de los "riesgos" que entrañan los transgénicos, una cuestión con fuertes posiciones contradictorias dentro del mismo seno comunitario. Mientras que el rechazo al cultivo de estos alimentos ha ido creciendo en buena parte de Europa, España no sólo ha aumentado el número de hectáreas dedicadas a los organismos genéticamente modificados (OGM), sino que acapara la gran mayoría de esta agricultura. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de las 114.624 hectáreas que hay en Europa de cultivos transgénicos, el 85% (97.326 hectáreas) son españolas. En todas se cultiva la variedad de maíz MON810, también de la empresa Monsanto y también cuestionado por diversos estudios independientes, entre ellos el patrocinado por el Ministerio de Medio Ambiente y Salud de Austria, que evidenció problemas significativos en el descenso de la fertilidad en ratones alimentados con esta variedad de grano.


     En todo caso, y aunque las superficie de cultivos biotecnológicos en Europa supone sólo el 0,1% del total de terrenos agrícolas, la importación de este tipo de productos, sobre todo la soja transgénica, dedicada en su mayor parte a la elaboración de piensos para la ganadería, se mide en millones de toneladas. "La Unión Europea está importando toneladas y toneladas de soja transgénica envenenada de Argentina para consumo animal. Y estos animales son consumidos por todos los habitantes de Europa y a la larga van a tener las mismas consecuencias que estamos teniendo nosotros", denuncia Gatica.

 

 

El lago apocalíptico que amenaza a EE.UU. con una catástrofe ecológica

 

Continúa...

 

cielo. Las playas blancas resultan serlo porque están formadas por las espinas pulverizadas de millones de peces

 

muertos. Las aves probablemente no lo pasan bien. El botulismo aviar es un problema persistente en el lago Salton, que mata a miles de aves cada año. El lago Saltón es salobre debido a que la tierra de alrededor contiene sal depositada por un antiguo mar, desaparecido hace miles de años. Los agricultores eliminaron la sal de la tierra cercana para hacerla cultivable y la sal se ha acumulado en el lago, que ahora es más salado que el océano Pacífico. Debido a su alta salinidad sobrevive sólo la tilapia, que está muriendo en masa. Las autoridades de EE.UU. han destinado unos 200.000 dólares para evitar la desaparición del lago Saltón, el más grande de California, lo que podría generar una catástrofe ecológica.

 

 Se trata de la primera vez que el Gobierno federal propone destinar dinero contante y sonante para resolver el problema del lago Salton. La rápida contracción del lago representa un riesgo para los seres humanos debido a la contaminación tóxica del aire que amenaza a millones de aves migratorias, según los expertos. Si el lago desapareciera, ello generaría nubes de polvo tóxico sobre la California del Sur.

 

Fuente: Diarioecologia.com

Fuente: Los Angeles Times

 

Ecuador prohíbe uso de bolsas de plástico en Islas Galápagos

 

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     El lago Saltón es salobre debido a que la tierra de alrededor contiene sal depositada por un antiguo mar, desaparecido hace envases de espumaflex", señaló María Isabel Salvador, presidenta del Consejo de Gobierno del archipiélago, en su cuenta de Twitter.

 

     La medida, según el organismo, impedirá el ingreso, distribución y comercialización en Galápagos de las bolsas con asas que por lo común se distribuyen en los supermercados.

"El promedio de uso de estas fundas es de 15 minutos pero su degradación tarda 200 años", explicó a la Viviana de la Rosa, responsable de educación ambiental del Parque Nacional Galápagos. Cada año, en las islas se utilizan 4,5 millones de bolsas de este tipo.

 

     Los desechos plásticos son una de las principales amenazas para la vida marítima en el planeta, y en el caso de Galápagos representan un problema adicional porque la isla no tiene

capacidad suficiente para el tratamiento de residuos sólidos.

"Todo lo que entra acá es muy difícil que salga. Y este tipo de ordenanzas lo que va evitar es que ingresen a la isla estos productos que son tan difíciles de degradar", señaló de la Rosa.

 

     Cuna de la teoría evolutiva, las islas Galápagos son uno de los ecosistemas más frágiles del planeta. Ubicado a 1.000 km del continente, el archipiélago -que lleva el nombre de las tortugas gigantes que lo habitan- está conformado por 13 islas donde viven 27.284 personas. A la par con la prohibición, el Parque Nacional Galápagos prevé estimular el uso de bolsas de tela o de materiales más amigables con el ambiente, según de la Rosa.

 

     La mayor parte del plástico que contamina el archipiélago es arrastrado por las corrientes marinas. Aves y otras especies de los océanos confunden estos desechos con alimentos y mueren al ingerirlos.

Se calcula que 1,5 millones de aves, peces, ballenas y tortugas mueren al año en los océanos por desechos plásticos, según Laurence Maurice, del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia.

 

www.eltelegrafo.com

 

 

La FDA finalmente admite que el pollo contiene arsénico que causa cáncer

 

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     Peor aún, la FDA dice que su propia investigación demuestra que el arsénico añadido a la alimentación de los pollos termina en la carne que consumen los humanos. Así que durante los últimos sesenta años, los consumidores estadounidenses que comen pollo han estado consumiendo arsénico, un conocido químico cancerígeno.

     Hasta antes de que se publicara este nuevo estudio, tanto la industria avícola como la FDA negaban que el arsénico quedaban a los pollos terminaba concentrado en su carne. La excusa es que todos hemos sido alimentados durante sesenta años y que el arsénico se excreta en las heces de pollo. Nunca hubo base científica para hacer tal afirmación; simplemente era lo que la industria avícola quería que todos creyeran.

 

     Ahora la evidencia es tan innegable que el fabricante del producto de alimentación de pollos conocido como Roxarsone ha decidido retirar el producto de los estantes. Curiosamente, el fabricante que ha estado poniendo arsénico en la alimentación de los pollos todos estos años es Pfizer, la misma compañía que fabrica las vacunas que contienen substancias químicas que se inyectan en los niños. Técnicamente, los

productores de Roxarsone son una subsidiaria de Pfizer, llamada Alpharma LLC. Aunque Alpharma ha acordado retirar la dosificación tóxica de los estantes en los Estados Unidos, dice que no necesariamente lo eliminará de los productos de alimentación para pollos que se venden en otros países (léase países en vías de desarrollo), a menos que sea obligado por los reguladores para hacerlo.

     Scott Brown de la división de Desarrollo de Medicina Veterinaria de la Investigación y de Pfizer Animal Health, manifestó a las agencias noticiosas que la compañía también vende este ingrediente a una docena de otros países. Dijo que Pfizer está tratando de llegar a las autoridades reguladoras de esos países para decidir si lo venden de forma individual.

     Pero a pesar de que la verdad ya ha salido a la luz, la FDA continúa su campaña de negación, alegando que el arsénico en los pollos se encuentra en un nivel tan bajo que aún es seguro para el consumo a pesar de ser un carcinógeno.

     El Consejo Nacional del Pollo está de acuerdo con la FDA. En un comunicado emitido en respuesta a la noticia del retiro del Roxarsone señalaron que el pollo es seguro para comer incluso admitiendo que el arsénico se utiliza en muchos criaderos que venden carne de pollo en los Estados Unidos. Y aparte de todo este cóctel de arsénico, antibióticos, toxinas y demás, no debemos olvidar la infinita crueldad en la producción de carne de pollo.

     Piénsalo por un momento. Si en los países industrializados que viven normados con reglas, estatutos, leyes alusivas y multas significativas aún se masacra impunemente a los pollos, ¿qué crees que sucede en los mataderos de los informales países latinoamericanos donde las regulaciones no se cumplen y las leyes están de adorno? Si las condiciones higiénicas en los mataderos de los países industrializados se descubren infracciones sanitarias considerables, ¿qué crees que sucede en los países latinos? ¿Qué substancias indeseables crees que acompañan a tu platillo favorito? Sangre contaminada, heces, orina, tripas, más los demás contaminantes incluidos por los trabajadores de las plantas de procesamiento: tos, flemas, mocos, sangre, escupitajos y ¡sabe Dios qué menjunjes más que le darán a tu pollito con papas un sabor de lo más especial!

 

No tienes que ser un genio para entender que te estás envenenando, por tu propia mano, paulatina y peligrosamente. Entonces, ¡haz algo para evitarlo ya mismo! La decisión está en tus manos.


Fuente: http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/La_FDA_finalmente_admite_que_el_pollo_contiene_arsenico_que_causa_cancer

 

 
Kiribati y Tuvalu desaparecerían
 
Entérate como nos está afectando ya el cambio climático. Conoce un poco sobre la población de Tuvalu
 

Publicado el 09/03/2015

 

     El presidente de Kiribati y el primer ministro de Tuvalu han intervenido en Ginebra, en una reunión de Naciones Unidas, para llamar la atención sobre la situación que viven sus países. Los dos son archipiélagos, los dos están en el Pacífico, y los dos podrían desaparecer bajo las aguas en los próximos años si el nivel sigue aumentando por el calentamiento global.

 

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